*_Palabras que hablan_* El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado. Proverbios 10:9 (RVR) Hay veces que podemos andar en caminos equivocados; hay veces que nuestras pequeñas decisiones nos meten sin darnos cuenta en caminos en los que nunca deberíamos andar… Gracias a Dios hay esperanza para aquel que con un corazón arrepentido se acerca al Señor. Pero hay quienes aún conociendo la verdad pervierten sus caminos de diversas formas y mientras puedan mantener en oculto su conducta viven una doble vida, una doble realidad… Cuando hablamos de las promesas de Dios, por lo general nos centramos en aquellas que traen alivio, sostén y fortaleza a nuestro corazón, pero también hay promesa de Dios para el de doble ánimo, para aquel que cree que puede danzar con el pecado y manejar las consecuencias con toda habilidad. El perdón no es una palabra mágica; el perdón no viene si no existe verdadero arrepentimiento. Un arrepentimiento que mueva el corazón del hombre a apartarse de lo malo, a desechar lo perverso, a desandar los malos caminos y a buscar oportunidades para reparar el daño producido por su maldad. Por lo general el hombre cree que todo se arregla al poner la palabra perdón en su boca sin advertir que esa palabra necesita ser acompañada con signos evidentes de haber nacido en su propio corazón. Dios todo lo sabe; todo lo ve, y cuando el hombre no viene voluntariamente a sus pies, a veces lo expone para cortar con su juego y traer a su entorno verdadera libertad. Si esta palabra tocó tu corazón, ya sea que debas corregir tus caminos o porque eres víctima de este tipo de actitudes, acércate al Señor con toda humildad que Él sabe lo que necesita tu corazón. Puedes orar así: Querido Dios, restaura mi corazón herido, ayúdame a andar en tus caminos y a apartarme de toda maldad. En el nombre de Jesús, amén. Sígueme también en *Instagram* y compártelo con tus amigos… www.instagram.com/_palabrasquehablan