¿La proteína puede mejorar tu calidad de vida en edades avanzadas? Parce! Un estudio reciente (PMID: 38309825) del Nurses’ Health Study (con 48,762 mujeres seguidas durante más de 30 años) analizó la relación entre la ingesta de proteínas en la mediana edad y el envejecimiento saludable (definido como llegar a la vejez sin enfermedades crónicas importantes y con una función cognitiva, mental y física preservada). Hallazgos: Un aumento del 3% en la ingesta total de proteínas se asoció con un 5% más de probabilidad de envejecimiento saludable. La ingesta de proteínas de origen vegetal mostró la asociación más fuerte, con un 38% más de probabilidad de envejecimiento saludable por cada aumento del 3% en la ingesta de energía (destacando el consumo concomitante de polifenoles, fibra, etc., en esta categoría). La proteína láctea tuvo una asociación del 14% por cada aumento del 3%, mientras que la proteína animal total mostró una asociación del 7%. Importancia de la proteína en el envejecimiento: Una ingesta más alta de proteínas, especialmente de fuentes ricas en leucina, puede estimular la síntesis de proteínas musculares (MPS) y atenuar la pérdida muscular relacionada con la edad (sarcopenia). Las fuentes de proteínas vegetales, aunque más bajas en leucina, contribuyen a la preservación muscular a largo plazo cuando se consumen en cantidades adecuadas. Neuroprotección: Una mayor ingesta de proteínas se ha asociado con una menor tasa de deterioro cognitivo y una mejor retención de la memoria en poblaciones envejecientes. Salud ósea: La proteína es fundamental para la síntesis de colágeno y la remodelación ósea, y los estudios muestran que una mayor ingesta de proteínas se asocia con una mayor densidad mineral ósea. Estos hallazgos sugieren que una mayor ingesta de proteínas en la mediana edad puede favorecer la longevidad y la salud en general, al reducir el riesgo de enfermedades y mantener la función muscular, cognitiva y metabólica.