A mí me gusta que me digan la verdad, aunque sepa que el eco de las palabras cortará el alma en pedazos. No busco caricias en las mentiras ni consuelo en los silencios vacíos; prefiero la dureza de una verdad amarga que me atraviese el corazón. Ya veré si me duele o no, porque el dolor, al menos, es real, y el alma se forja en las cicatrices con el paso del tiempo. Prefiero el peso de la verdad a la liviandad de un espejismo, aunque al final quede solo la huella del llanto sobre la piel que ya no duele . # "La verdad no se suaviza, se enfrenta"