02 de Febrero 𝙔 𝙖𝙣𝙙𝙚𝙣 𝙚𝙣 𝙖𝙢𝙤𝙧, 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙩𝙖𝙢𝙗𝙞𝙚́𝙣 𝘾𝙧𝙞𝙨𝙩𝙤 𝙣𝙤𝙨 𝙖𝙢𝙤́ 𝙮 𝙨𝙚 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚𝙜𝙤́ 𝙖 𝙨𝙞́ 𝙢𝙞𝙨𝙢𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙣𝙤𝙨𝙤𝙩𝙧𝙤𝙨, 𝙤𝙛𝙧𝙚𝙣𝙙𝙖 𝙮 𝙨𝙖𝙘𝙧𝙞𝙛𝙞𝙘𝙞𝙤 𝙖 𝘿𝙞𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙤𝙡𝙤𝙧 𝙛𝙧𝙖𝙜𝙖𝙣𝙩𝙚. 𝙀𝙛𝙚𝙨𝙞𝙤𝙨 5:2 ¿Qué aroma está dejando tu vida? Así como un perfume puede transformar un ambiente, nuestra vida también emana un aroma que influye en quienes nos rodean. ¿Estamos dejando la fragancia del amor, la paz y la gracia de Dios, o la del cansancio, la impaciencia y las preocupaciones? Ester pasó por un proceso de purificación antes de presentarse ante el rey. Más allá de los perfumes y la mirra, fue un tiempo de preparación para su propósito. De la misma manera, Dios nos llama a rendirnos a Su proceso, permitiéndole transformar nuestro interior hasta que nuestras vidas reflejen Su esencia. 𝙀𝙡 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧 𝙩𝙚 𝙙𝙞𝙘𝙚 𝙝𝙤𝙮: "Ven a mí y deja que llene tu frasco de alabastro. Permíteme perfumarte con mi amor, guiarte con mi paz y transformar tu vida para que seas un reflejo de mi gloria." 𝙐𝙣𝙖 𝙤𝙧𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙝𝙤𝙮: Señor, quiero que mi vida refleje Tu fragancia. Purifica mi corazón, llena mi vida con Tu presencia y ayúdame a manifestar el fruto de Tu Espíritu en cada pensamiento, palabra y acción. Amén. 𝙐𝙣 𝙧𝙚𝙩𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙨𝙚𝙢𝙖𝙣𝙖: Elige una cualidad del fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, etc.) y comprométete a desarrollarla. Ora específicamente por esa área y busca formas prácticas de cultivarla cada día. 𝙈𝙖𝙨 𝙚𝙡 𝙛𝙧𝙪𝙩𝙤 𝙙𝙚𝙡 𝙀𝙨𝙥𝙞́𝙧𝙞𝙩𝙪 𝙚𝙨 𝙖𝙢𝙤𝙧, 𝙜𝙤𝙯𝙤, 𝙥𝙖𝙯, 𝙥𝙖𝙘𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙗𝙚𝙣𝙞𝙜𝙣𝙞𝙙𝙖𝙙, 𝙗𝙤𝙣𝙙𝙖𝙙, 𝙛𝙚, 23 𝙢𝙖𝙣𝙨𝙚𝙙𝙪𝙢𝙗𝙧𝙚, 𝙩𝙚𝙢𝙥𝙡𝙖𝙣𝙯𝙖; 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖 𝙩𝙖𝙡𝙚𝙨 𝙘𝙤𝙨𝙖𝙨 𝙣𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙡𝙚𝙮. 𝙂𝙖𝙡𝙖𝙩𝙖𝙨 5.22-23