16 de Febrero 𝙋𝙤𝙧 𝙡𝙖 𝙢𝙞𝙨𝙚𝙧𝙞𝙘𝙤𝙧𝙙𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙅𝙚𝙝𝙤𝙫𝙖́ 𝙣𝙤 𝙝𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙨𝙞𝙙𝙤 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙪𝙢𝙞𝙙𝙤𝙨, 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙙𝙚𝙘𝙖𝙮𝙚𝙧𝙤𝙣 𝙨𝙪𝙨 𝙢𝙞𝙨𝙚𝙧𝙞𝙘𝙤𝙧𝙙𝙞𝙖𝙨. 𝙉𝙪𝙚𝙫𝙖𝙨 𝙨𝙤𝙣 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙢𝙖𝙣̃𝙖𝙣𝙖; 𝙜𝙧𝙖𝙣𝙙𝙚 𝙚𝙨 𝙩𝙪 𝙛𝙞𝙙𝙚𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙. 𝙇𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨 3:22-23 Dios está abriendo un nuevo capítulo en tu vida, un nuevo nacimiento en lo espiritual. No importa lo que haya sucedido antes, su gracia te da la oportunidad de volver a empezar. Él conoce cada herida, cada decepción, cada traición. Ha estado contigo en el dolor y también estará contigo en la restauración. Pero para recibir lo nuevo, necesitas soltar las cenizas del pasado. No mires atrás, porque tu destino está delante de ti. Así como Dios le dio un nuevo comienzo a Noé, también lo hará contigo. El enemigo no tiene la última palabra—cuando intenta levantarse, Dios alza un estandarte en su contra. Todo lo que el enemigo quiso destruir, Dios lo transformará para bien. Es un nuevo día. No permitas que tu mente divague en lo que quedó atrás. Tu misión está en Cristo. Él se encargará de tu pasado, presente y futuro, si mantienes tu mirada en Él. Es Tiempo de Usar lo que Dios te Dio Dios te ha entregado dones y espera que los uses. No te preguntes más por qué no se han manifestado. Da el primer paso, haz espacio para Su obra en tu vida y Él se encargará del resto. Así como Él estuvo con Moisés, Josué y David, dándoles poder, sabiduría y revelación, también está contigo. No temas a tus enemigos espirituales, háblales en el Nombre de Jesús, y ellos caerán derrotados. Dios te dará estrategias para la victoria. 𝙊𝙧𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙉𝙪𝙚𝙫𝙤 𝘾𝙤𝙢𝙞𝙚𝙣𝙯𝙤 Señor Jesús, gracias por este nuevo día y por la oportunidad de comenzar de nuevo en Ti. Hoy elijo soltar el pasado y abrazar el futuro que tienes para mí. Renuncio a toda carga, estrés, falta de perdón y amargura. Camino en Tu libertad, en Tu gozo y en la plenitud del Espíritu Santo. Me arrepiento de lo que me ha apartado de Ti y vuelvo mi corazón a Tu presencia. Lléname con Tu fuego y poder. En el Nombre de Jesús. Amén. 𝙔 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙝𝙖𝙜𝙖́𝙞𝙨, 𝙝𝙖𝙘𝙚𝙙𝙡𝙤 𝙙𝙚 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯𝙤́𝙣, 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙡 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧 𝙮 𝙣𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙝𝙤𝙢𝙗𝙧𝙚𝙨; 𝙨𝙖𝙗𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙡 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧 𝙧𝙚𝙘𝙞𝙗𝙞𝙧𝙚́𝙞𝙨 𝙡𝙖 𝙧𝙚𝙘𝙤𝙢𝙥𝙚𝙣𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙝𝙚𝙧𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖, 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙖 𝘾𝙧𝙞𝙨𝙩𝙤 𝙚𝙡 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧 𝙨𝙚𝙧𝙫𝙞́𝙨. 𝘾𝙤𝙡𝙤𝙨𝙚𝙣𝙨𝙚𝙨 3:23-24