... había encontrado, Ana decidió organizar un taller en su escuela para compartir lo que había aprendido. Invitó a sus compañeros y les habló sobre la importancia de ser cautelosos en línea, de no compartir información personal y de reconocer los peligros de los ciberacosos. Juntos, crearon carteles con mensajes de seguridad y los colocaron por toda la escuela. El día del taller, Ana se sintió orgullosa al ver a sus amigos comprometidos y participativos. Todos aprendieron a navegar por internet de manera más segura y responsable. Al final del evento, Ana se dio cuenta de que no solo había compartido conocimientos, sino que también había creado un sentido de comunidad y apoyo entre sus compañeros. Desde ese día, el pueblo de Conexión se volvió un lugar donde todos se cuidaban mutuamente en el mundo digital. Y cada año, celebraban el Día de Internet Segura con actividades y charlas, recordando siempre que estar conectados también significa estar seguros.