En su momento no lo vi, pero con el tiempo pude comprender que todo aquello que se estaba yendo de mi vida tenía una razón de ser. La vida me estaba mostrando que lo que no se dio, no era porque me faltara algo, sino porque simplemente no era para mí. Aunque en su momento dolió, hoy entiendo que a veces lo que perdemos es exactamente lo que necesitamos dejar atrás para abrirle espacio a lo que sí vale la pena. Hay cosas que solo se entienden con el tiempo, y aprender a soltar es una de ellas.