*EN MODO PALABRAS DE APOYO.* Para esos que no tienen como hablar... 🧓🏻👴🏻 *¿Y quién piensa en ellos?* A lo largo de los años, nuestro país ha luchado por proteger y ayudar a las personas más vulnerables de la población. Sin embargo, hoy podemos decir que esa historia ha quedado atrás. La dramática crisis que atraviesa Cuba se hace cada vez más evidente, marcada por la escasez de medicamentos y alimentos, y una situación energética insostenible, sin esperanzas de mejora. Las dificultades para adquirir alimentos y medicamentos son dos de los problemas que más afectan a las personas de la tercera edad en Cuba en este momento. La realidad en nuestra Cuba actual es que muchos ancianos que viven solos no tienen qué comer. Según la oficina de estadísticas, existen 1,200,000 jubilados que ganan al mes aproximadamente entre 1,500 y 2,000 pesos. ¿Y los abuelitos que viven solos, qué comen? No cuentan con un poder adquisitivo adecuado, ya que aquí todo es muy caro; la inflación aumenta constantemente. A esta situación se suma la falta de efectivo en los bancos para cobrar las pensiones; a veces no hay dinero disponible o no hay corriente eléctrica, y las colas son extremadamente engorrosas. Es terrible. El pan ahora es más pequeño, y eso cuando llega a la panadería. En estos días, debido a la escasez de harina en el país, solo se está vendiendo para niños de 0 a 13 años. El arroz llega a cuentagotas; en algunos lugares ni siquiera ha llegado, y en la calle se vende a precios elevados. Productos como el aceite o el café brillan por su ausencia. El pan es lo único que muchos de estos abuelitos tienen para comer, ya que no hay leche ni yogur. La vida para muchos jubilados en Cuba se ha convertido en una constante lucha por cubrir las necesidades básicas en medio de la peor crisis económica que ha vivido la isla en décadas. Sin embargo, a nadie parece importarle; es preferible seguir gritando consignas que trabajar para que cada cubano, especialmente esos abuelitos, tenga al menos un alimento que llevarse a la boca cada día.