*Gamer y TECNOLOGÍA.* 👨🏻‍💻📟 _¿Se puede medir el amor? ¿Existen instrumentos validados por la ciencia para hacerlo?_ Muchos sostienen que este sentimiento es inmedible, pero ignoran que hay indicadores neuroquímicos que pueden revelar este estado. Aunque amamos con el cuerpo, el corazón y los sentidos, quien primero se enamora es el cerebro. La Escala de Rubin es uno de los primeros cuestionarios diseñados para medir empíricamente el amor entre dos personas, desarrollada por el psicólogo social Zick Rubin en la década de 1970. Rubin enfatizó la importancia de diferenciar el agrado del amor, es decir, distinguir entre un "me gustas" y un "te quiero". Al enamorarnos, priman el apego, la intimidad y la necesidad de cuidado, en lugar de las variables que componen el simple agrado. Según sus investigaciones, el amor se basa en tres componentes fundamentales: 1. *Apego:* la necesidad de establecer un vínculo seguro, donde todas las necesidades sean atendidas. 2. *Cuidado:* cuidar y ser cuidado es un pilar esencial en toda relación. 3. *Intimidad:* la capacidad de compartir pensamientos y necesidades, creando un espacio emocional enriquecedor entre dos. Cada afirmación se califica en una escala de Likert, que va desde "Totalmente en desacuerdo" hasta "Totalmente de acuerdo". Las puntuaciones se suman para obtener una medida del nivel de amor romántico que siente una persona por su pareja. Los estudios de validación de la escala suelen utilizar muestras representativas de parejas, variando en edad, duración de la relación y otros factores demográficos, para asegurar que la escala sea aplicable a una amplia gama de relaciones. Es importante recordar que, aunque la Escala de Rubin puede proporcionar una medida útil del amor romántico, el amor en sí es un fenómeno complejo y multifacético que no puede ser completamente capturado por una sola escala. Las relaciones y las emociones humanas son únicas y pueden variar ampliamente. Cabe señalar que esta escala fue diseñada en los años 70. Puede parecer algo básica y tal vez simplista hoy en día; sin embargo, sigue siendo el primer intento científico por medir el amor.