Pedir ayuda y luego criticar el resultado es uno de los errores más comunes de los padres. La neurociencia demuestra que la crítica constante genera rechazo y desmotivación, activando en el cerebro del adolescente la sensación de "da igual lo que haga, nunca será suficiente". ⚠️ Si solo ves los errores, tu hijo preferirá no hacer nada antes que fallar. ✔️ Acepta que lo hará a su manera. No esperes que lo haga exactamente como tú. ✔️ No esperes perfección, espera esfuerzo. Felicita la intención antes que el resultado. ✔️ En lugar de corregir, refuerza lo positivo. Un simple "¡Gracias por ayudar!" tiene más impacto que señalar lo que hizo mal. 🔍 Ejemplo real: Sofía, de 13 años, empezó a lavar los platos, pero su mamá siempre encontraba un vaso mal enjuagado y la regañaba. Con el tiempo, Sofía prefirió no hacerlo antes que recibir críticas. Cuando su mamá cambió de estrategia y empezó a agradecerle por el esfuerzo, Sofía mejoró sin presión. 📌 Antes de corregir, piensa: "¿Es realmente un error importante o solo es diferente a como lo haría yo?" Si no es grave, deja pasar los pequeños detalles y valora el esfuerzo.