Jesús fue víctima de odio durante su ministerio y especialmente durante su pasión y muerte. La Biblia describe cómo los líderes religiosos y políticos de la época, como los fariseos, saduceos y romanos, se opusieron a Jesús y su mensaje de amor y salvación. Ellos lo acusaron de blasfemia, lo arrestaron, lo juzgaron y lo condenaron a muerte en la cruz. El odio hacia Jesús se manifestó de varias maneras, incluyendo: - La oposición y la crítica de los líderes religiosos (Mateo 12:24, Marcos 3:22, Lucas 11:15) - La traición de Judas Iscariote (Mateo 26:14-16, Marcos 14:10-11, Lucas 22:3-6) - La condena y el juicio de los líderes religiosos y políticos (Mateo 26:57-68, Marcos 14:53-65, Lucas 22:66-71) - La crucifixión y la muerte en la cruz (Mateo 27:32-44, Marcos 15:22-32, Lucas 23:33-43) A pesar del odio y la oposición que enfrentó, Jesús no respondió con odio, sino con amor y perdón. En la cruz, dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34). La historia de Jesús nos enseña que el amor y el perdón pueden vencer el odio y la oposición, y que la fe en Dios puede llevar a la victoria y la salvación.