
Roberto Avalos
February 18, 2025 at 02:48 AM
*Willy Ochoa*, de justiciero a peón de sacrificio / Por *Roberto Avalos*.
* *Manuel Velasco, Ricardo Monreal y Manlio Fabio Beltrones*, los conspiradores detrás de la carta a *Donald Trump*.
La política mexicana es un tablero donde las piezas se mueven con precisión quirúrgica, y cuando las traiciones, las venganzas y los intereses oscuros se entrelazan, lo que parece una simple jugada es en realidad una operación calculada para redistribuir el poder.
En el centro de esta historia está Willy Ochoa, un político de Chiapas con un obscuro historial. Outsourcing ilegal, evasión fiscal, lavado de dinero… Y de repente, decide jugar a ser justiciero internacional enviando una carta a Donald Trump, acusando a Rutilio Escandón, cónsul de Miami y exgobernador de Chiapas, de nexos con el narco.
Pero… ¿por qué ahora? ¿Por qué justo cuando Alejandro Moreno Cárdenas (Alito), líder del PRI, se encontraba en Washington?
La respuesta es simple: porque Ochoa no actuó solo. Fue enviado.
Y lo más interesante no es quién dio la orden, sino quiénes se benefician.
Para entender la jugada, hay que mirar el tablero completo y hacer un poco de análisis.
• Manlio Fabio Beltrones, el padrino político de Ochoa, lleva años buscando la manera de destronar a Alito Moreno de la dirigencia nacional del PRI. Alito no lo dejó competir y, además, la 4T también quiere desaforarlo. ¿Qué mejor momento para atacarlo que cuando estába en Washington?
• Manuel Velasco, excandidato presidencial de la 4T y exgobernador de Chiapas, lleva tiempo queriendo vengarse de Rutilio Escandón porque, cuando lo sucedió en el gobierno, no cumplió con los acuerdos pactados, también ha querido vengarse de Alito por haberlo exhibido en una grabación de una llamada telefónica donde le exigía alinearse y votar a favor de la reforma eléctrica. Velasco, astuto como es, pudo haber usado a Ochoa, un viejo aliado suyo para darle un golpe desde la oposición, sin mancharse las manos (recordemos que Manuel lo dejó de gobernador interino por 10 días).
• Ricardo Monreal, otro jugador clave en la sucesión presidencial, tiene cuentas pendientes con Adán Augusto López Hernández y con todo el “Grupo Tabasco”. Quitar a Rutilio, aliado de Adán, le permitiría debilitar a su enemigo sin que nadie lo culpe directamente.
Con estos tres personajes con intereses alineados, la jugada estaba lista.
Y aquí es donde Willy Ochoa entra en acción.
1. La carta a Trump es una bomba mediática. Willy no tiene peso político real en EE.UU. ni en México, apenas en Chaipas, pero su denuncia pone a Rutilio Escandón en la mira internacional.
2. Alito Moreno, en Washington, queda atrapado en la tormenta. Está en plena crisis con la 4T y de pronto, su partido, el PRI, se ve envuelto en un escándalo en EE.UU.
3. La salida de Rutilio del consulado es inevitable. La presión es demasiada y, con el tiempo, el gobierno de México se ve obligado a hacer movimientos para “controlar el daño”.
4. Willy Ochoa se posiciona como “el valiente opositor” que exhibió la corrupción de la 4T, ganando notoriedad y legitimidad en los círculos de poder.
5. Alito Moreno es desaforado y queda fuera de la dirigencia del PRI.
6. ¿Y quién se queda con el PRI? Un candidato a modo, que no represente una amenaza para la Cuarta Transformación, un títere, un peón. ¿Quién mejor que Willy Ochoa?
El resultado: todos los conspiradores ganan.
• Velasco se cobra su venganza con Rutilio y le da un golpe mortal a Alito.
• Monreal debilita a Adán Augusto sin levantar sospechas.
• Beltrones recupera el control del PRI con su lavador, perdón, con su operador financiero al mando.
• El Gobierno Mexicano elimina a un opositor incómodo como Alito y se lava las manos con la destitución del Cónsul de Miami, diciéndole a AMLO que fueron los gringos.
• Estados Unidos se apunta un show mediático: Trump se ve como el hombre que “destapó” a un cónsul con presuntos vínculos con el narco y la opinión pública le da la razón cuando afirmaba que el gobierno mexicano tenía nexos con el crimen.
SIN EMBARGO TODO SE RESUME EN UN GRAN ENGAÑO
Pero hay algo aún más inquietante en este juego.
Willy Ochoa, que ha pasado su vida operando fraudes, cree que se está convirtiendo en un gran jugador, cuando en realidad es un peón desechable.
Porque cuando ya no sea útil, cuando su imagen de “opositor” se desgaste, o cuando alguien necesite sacrificar a alguien para limpiar el tablero, Ochoa será el primero en caer.
Lo que empezó como un movimiento para darle un golpe a Alito, a Rutilio y a Adán, podría terminar con Willy Ochoa solo y acorralado, preguntándose quién lo traicionó primero.
Y en la política mexicana, la traición no es cuestión de “si pasará”, sino de cuándo y quién será la próxima víctima.
Piensa mal y acertarás…
Soy su amigo Roberto Avalos y si te gustó este video, sígueme para más contenido como este.
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