Un escándalo de enormes proporciones sacude a Geproyectos tras revelarse la existencia de múltiples empresas fantasmas controladas por miembros de la familia del presidente, quienes han mantenido un control absoluto sobre la empresa pública durante décadas. Según la documentación consultada por Diario Rombe, en 2019, la Directora Económica y Financiera de Geproyectos, Josefina Atogo Ondo Obama, hija de Armengol Ondo Nguema, adjudicó un contrato de 5.000.000.000 FCfa (con evidente sobrecoste) para la construcción de la Estación de Autobuses de Malabo a la empresa Nova Esosa SL, propiedad de ella misma. Esta empresa fue constituida el 5 de marzo de 2015 con un capital social de 5.000.000 FCfa y un CIF 0093 N-15, lo que demuestra la descarada operación de autocontratación dentro del mismo sistema corrupto. El contrato, con una duración de dos años, debía haberse entregado en 2021, pero a pesar de haber recibido 4.000.000.000 FCfa, la obra está paralizada y no ha alcanzado ni la mitad de su avance. A pesar de esto, ahora exige más dinero para finalizar el proyecto. Este es un claro ejemplo de tráfico de influencias y de cómo los miembros de la familia Obiang se benefician impunemente de los recursos públicos sin rendir cuentas. La hija de Armengol, que ostenta una posición clave en Geproyectos, ha demostrado una vez más que está por encima de la ley, manipulando contratos para su propio beneficio. Lo más irónico es que, mientras Teodorin Obiang, otro miembro de la familia, se presenta como defensor de la transparencia y exige la prohibición de adjudicar contratos a familiares, dentro de su propia familia se lleva a cabo exactamente lo contrario, sin ningún tipo de escrúpulos ni medidas correctivas. Cabe recordar también que la empresa Nova Esosa SL no es nueva. Originalmente, esta empresa se llamaba ESOSA, propiedad de su exsuegro Carmelo Modu Akusebindang. Tras su fallecimiento, Josefina Atogo y su difunto marido, Carmelo Modu Ebuka, cambiaron el nombre de la empresa para evadir deudas y préstamos pendientes. Este acto de manipulación de nombres refleja la naturaleza fraudulenta y evasiva de una familia acostumbrada a operar fuera de la ley, sin que nadie les exija responsabilidades.