Andrés Rico Lores ha fallecido tras dos meses en coma y su agresor sigue en la calle. Todo ocurrió el pasado mes de diciembre durante un partido de balonmano en Sanxenxo. Andrés llevó en coche a su nieto de 16 años desde O Grove para que arbitrara un partido cadete femenino de balonmano. Durante el partido, Andrés escuchó como en reiteradas ocasiones el padre de una jugadora insultaba a su nieto de 16 años mientras arbitraba. Andrés se acercó al hombre y, en un acto de integridad y civismo, le pidió que dejase de faltarle el respeto a un menor y que se tranquilizase porque eran niños. El hombre se dio la vuelta, lo cogió de las solapas y hasta lo levantó del suelo. Le empujó, se golpeó la cabeza contra un escalón y esto le provocó un traumatismo cranoencefálico grave que no ha sido capaz de superar. Belén, la hija del fallecido y madre de Yago, ha escrito una carta en la que deja claro que a ella no le vale ni «el perdón ni ninguna terapia ni la justicia». «Tu sitio no es este, vete lejos, donde no tengamos que cruzarnos nunca más, donde cada vez que te vea a ti o algo tuyo no tenga que recordar estos meses de continua angustia y sufrimiento... Me da igual todo lo que pretendas argumentar, lo hiciste y punto, nos quitaste lo que más queríamos, a mi padre, a Andresito, al señor del caballito». No era la primera vez que el agresor increpaba a otros menores mientras veía jugar a su hija y era conocido por ser muy conflictivo en el día a día. No más violencia en el deporte. Reflexionemos. https://www.instagram.com/p/DGf98hotzrH/?igsh=bjI0b211MWx6MjFw