Las noticias de hoy reflejan que la cultura sigue siendo un terreno en disputa, pero también un espacio de oportunidades transformadoras. Desde la renuncia de una figura clave como María Paz Gaviria en la dirección de ArtBo, hasta las denuncias por privilegios mediáticos en Valparaíso, vemos que la gestión cultural aún lucha contra intereses ajenos al arte y a las comunidades. Sin embargo, también se abren caminos esperanzadores: la digitalización de museos con plataformas como MuseumOTT, el turismo cultural como motor de desarrollo en Anato 2025, y las convocatorias como el Programa Distrital de Estímulos en Bogotá demuestran que es posible repensar la circulación del arte, fortalecer el territorio y dar voz a los creadores. Por otro lado, las luchas sociales siguen marcando la agenda: más de 700.000 firmas en España buscan retirar la tauromaquia como patrimonio, mientras que el Sirenato de la Cumbia en el Atlántico reafirma que las tradiciones vivas son claves para la identidad. El debate sobre el Puente de los Mil Días en Cali nos recuerda que los espacios públicos son también lienzos de expresión ciudadana. Estos hechos nos invitan a preguntarnos: ¿Cómo podemos, desde nuestros proyectos culturales, defender el valor de lo diverso, lo colaborativo y lo ético? ¿Qué estrategias podemos crear para que la tecnología y el patrimonio convivan, mientras garantizamos que las voces de todos los artistas, desde los más reconocidos hasta los emergentes, encuentren su lugar? Hoy es un llamado a actuar: a diseñar proyectos que circulen el arte sin fronteras, que dignifiquen los saberes locales y que pongan siempre a las comunidades y a la creación en el centro. #gestióncultural #tecnologíayartes #turismocultural #convocatorias #consumacultura