La gracia se hizo presente No resulta fácil poner nombre a sensaciones, experiencias, emociones y latidos de nuestro corazón cuando la gracia de Dios se hace palpable y presente uniendo cielo y tierra , abriendo río en el desierto, resucitando lo perdido, anunciando vida en medio del valle de sombra y muerte y presentándonos al Padre como olor fragante. Agar, una mujer esclava y egipcia, que se encuentra en medio de una situación conflictiva porque sus amos decidieron por ella y esperando un hijo se encontró en el desierto con sus pensamientos en guerra, con tantas preguntas sin respuestas , quizás desilusión porque quienes la cuidarían abusaron de su voluntad y tanto más pero hasta ahí llegó la gracia de Dios para enfocarla, para ayudarle a verse a sí misma, para fortalecerla porque Dios oyó su aflicción. Esta gracia de Dios que rompió estructuras y argumentos que donde abundó el pecado sobreabundó su gracia. La gracia te encuentra estés donde estés y en la circunstancia que estés, te busca, te cubre, te esconde en Cristo y es ahí donde las voces de los acusadores callan, se secan y son vueltos atrás los enemigos. El Salmista decía : Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron, esto me lleva a imaginar las aves rapaces que empiezan a volar en círculos atraídas por el olor a muerte , rodeando alguna presa herida o muerta para despedazarla y no dejar ni rastros de ella y pienso así nos rodean los enemigos pero no saben que para Dios aunque estemos muertos viviremos porque le creemos. La gracia de Dios no te deja tirado para siempre ni permite se acerquen los angustiadores porque ellos tropiezan y caen para no levantarse nunca más. Nuestro Dios siempre llega a tiempo. Seguramente hay adversidades donde sentimos que los malignos se han juntado pero tenemos promesas firmes de Dios para abrazarnos y creerlas. Su gracia es mayor, nos envuelve, nos abraza, nos limpia, nos defiende, nos viste, nos calza y nos regresa al Padre, a nuestro lugar seguro. Hoy podemos estar atravesando un valle que parece no tiene salida, como Agar, no entendiendo tantas cosas y sintiéndonos vulnerables pero su gracia es más que suficiente para encontrarnos y sanar las heridas y grietas de nuestro corazón. Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael,[a] porque Jehová ha oído tu aflicción. Génesis 16.11 gloriacenaabuter.com