*PERMANECER PARA MANTENER* Juan 15:10: «Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre, y permanezco en Su amor». Las temporadas van y vienen, las celebraciones cesan y el tiempo de descanso vuelve a las exigencias de las agendas rutinarias. Entonces, ¿cómo mantendrás la paz, el amor y la alegría de la Navidad después de la celebración? Mientras que el mundo puede dar una sensación temporal de paz y gozo, Cristo nos ofrece una paz que va más allá de la tumba y un gozo que nada puede destruir. Por eso dijo en Juan 14:27: «La paz os dejo, Mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo». Lo que Dios da permanece cuando mantenemos nuestra relación con Él. Para permanecer en Su amor, mantén tu relación con Él obedeciendo Sus instrucciones. Con la llegada de un nuevo año, no podemos permitirnos enfriar nuestra devoción a Él, quitar prioridad a lo que nos sostendrá y nos preparará para los retos que nos esperan. Un cristiano es aquel cuya fortaleza es mayor que su debilidad, porque pasa más tiempo alimentando su espíritu que su carne. Pueblo de Dios, es el nivel de la Palabra de Dios en tu corazón lo que determina tu respuesta al calor de la tentación que puede llevarte por el camino de la desobediencia. Es la Palabra de Dios atesorada, guardada, nutrida y alimentada en tu corazón la que el Espíritu Santo usará para impulsar a tu conciencia a decir “no” al pecado y “sí” a la justicia. Entonces, ¿qué estás guardando en tu espíritu? ¿A qué le estás prestando atención? Mientras nos enfrentemos a la tentación en este mundo malvado, cuando tu espíritu gobierna tus sentidos, rápidamente te retractarás y te realinearás con la Palabra de Dios y Su soberana voluntad para tu vida. Permanece en la Palabra de Dios para mantener tu relación con Él. Continúa enfocándote y obedeciendo las Buenas Nuevas para mantener tu relación con Dios que producirá gran gozo, paz y amor que nada puede destruir. *Oración:* Señor Jesucristo, mientras alimento mi alma con Tu Palabra, ayúdame a alejarme de cualquier cosa que me aleje de Ti. En el nombre de Jesús, amén.