Apreciados aulladores: Es un gusto leerlos a ustedes. Ahora escribo un poco menos porque lleva su tiempo y estoy concentrado con mi próximo libro. Pero si les hago una buena selección de lo que creo es positivo e interesante de los tiempos tan intensos que vivimos. Estoy especialmente orgulloso de las decenas de miles de hispanohablantes de todo el mundo que aúllan con nosotros aquí, no se lo imaginan. Por eso les ruego que sean conscientes de que aquí hay personas de toda América, Europa, Asia, Oceanía y África. Muchos son hispanos que viven y trabajan en otros países, y otros son extranjeros que hablan español. Por eso observarán que suelo tener una perspectiva internacional al dirigirme a ustedes, y visualizo especialmente a los hermanos de cultura de Argentina, Chile, México, Colombia, Costa Rica, Uruguay, y demás naciones que forman la Cultura Hispana, la mayor y más influyente del mundo. Los jaguares y pumas americanos son más casi siempre más discretos que los españoles, pero cuando escriben aquí dotan a sus aportaciones de mucho corazón. En EL AULLIDO se piensa en ellos constantemente, nuestros aullidos cruzan océanos en ambas direcciones. Por eso me disgusta que algunos españoles escriban aquí cosas feas sobre el Reino generalizando, pues sé que lo leerán los jaguares y pensarán que somos en exceso autolíticos. La conexión que tenemos es extraordinaria, me lo dicen ustedes cuando tenemos oportunidad de mirarnos a los ojos, y es mutua. Vuelvo a felicitarles por haber ayudado a dar la vuelta a los tiempos; sí, lo hemos hecho nosotros, todos y cada uno. Lo que está ocurriendo es impresionante, lo vean o no. La mejor noticia es que si lo hicimos una vez, lo podemos repetir si hace falta. Nos hemos ganado el respeto de los malos, que ahora saben que no se nos puede engañar, al menos no siempre ni a todos. No olviden mirar a las jirafas, sobre todo ahora, porque han credo jirafas falsas que tratan de despistarnos. Ahora el Globalitarismo sabe que con los medios convencionales no pueden engañarnos, por eso se han infiltrado fuertemente en las redes disfrazados de disidentes. Hay un truco que no falla. Piensen ustedes: si yo fuera ellos ¿qué haría para engañarnos? Obviamente crear un ejército de flautistas que nos lleven a caminos estériles. Creer que en el mundo no hay gente buena, honesta, que actúa por convicciones nobles, es una victoria de los satanistas en usted, no lo permita. Por muchas veces que a alguien le vaya mal con sus parejas, eso nunca significa que el amor no exista; si llega a esa conclusión no lo encontrará jamás. Hay que seguir buscando, hay que tener esperanza siempre e incluso hay que aceptar la ayuda de personas que no nos caen bien si ello nos sirve para avanzar aunque sea unos pasos. De modo que, gracias por existir, por estar aquí unos minutos cada día o cada semana sintiendo cosas. Un aullido. Fernando López Mirones