La caravana atraviesa el desierto eterno percibo en el aire el olor de tus cabellos silvestres con paso de reptil me separo de la fila siento la arenilla ardiente bajo mis pies. Sobre el montículo me yergo para otear el horizonte los halcones de las dunas dibujan círculos en el cielo a lo lejos diviso jirones de un desastre el viento del desierto me conduce como semilla alada. Los gusanos salvajes de las arenas interrumpieron tu paso la hambruna te había lanzado hacia senderos olvidados y ahora solo queda esto, restos que abrasa el sol la melange derramada, los inciensos esparcidos los garfios de doma no pudieron ser desplegados los fremen han sido abiertos a dentelladas las vísceras de animales y hombres están revueltas ni siquiera han respetado a los niños. La muerte presente para que siga latiendo la vida no hay salvación ni para las Bene Gesserit. Pero sé que estás aquí, siento tu presencia te busco entre los restos de la mortandad allí, entre los vestidos de seda convertidos en andrajos intentaste ocultarte de los Viejos del Desierto las feroces mordidas te arrancaron el corazón aún llevas el brazalete que te obsequié. Extiendo mis manos sobre tus despojos el elixir del tiempo arremolina las arenas tu silueta se incorpora, sacudes los cabellos levitamos sobre las opacas dunas, sonriéndonos te conduzco a un sitio entre las palmeras ya perteneces a nuestra caravana. Leamos este poema: Las rutas del tiempo, de Amílcar Rodríguez Cal Mención del XIII Concurso Óscar Hurtado – Categoría Poesía Fantástica Publicado en Korad 40. https://revistakorad.wordpress.com/2025/02/04/las-rutas-del-tiempo-amilcar-rodriguez-cal/