Y me aleje, así sin más. ¿Por qué? ¿Te hizo algún daño? No, en lo absoluto... ¿Entonces? ¿Por qué tomaste la decisión de tomar distancia de ella? Porque me estaba llamando la atención, me estaba gustando la idea de compartir mis días a su lado. ¿Y entonces? Si eso te estaba sucediendo, repito...¿Por qué? ¿Por qué carajo decidiste tomar distancia? Porque así como me dí cuenta de que ese sentimiento, esas ganas y esa ilusión estaban naciendo en mí, también internamente sabía que se trataba de algo unidireccional, algo no correspondido. ¿Y se lo dijiste? ¿Le llegaste a mencionar lo que te estaba pasando? No...No hacía falta, además, ¿Para qué? ¿Para que todo se vuelva incómodo entre ambos?, ¿para que me tenga lastima? o peor aún, ¿para que ante dicha realidad, se aproveché del poder que le otorga sobre mí ese sentir?. No gracias. Comprendo, pero allí lo que me expresas es miedo, miedo al rechazo, miedo a que las cosas no resulten como esperas, y ahora te pregunto...¿Y qué pasa si estás equivocado? ¿Qué pasa si aquello a lo que tanto le temes es completamente errado? ¿Qué pasa si quizás así como tú le temes al dolor ella también?