MikaelarcangelespiritudelTiempo2024
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February 21, 2025 at 02:19 PM
PISCIS (22 febrero- 21 marzo) Virtud del mes: Magnanimidad-Amor “En lo perdido encuéntrese la pérdida, en lo logrado piérdase el logro, en el concepto búsquese la comprensión y manténgala donde pueda permanecer. Para que el ser sea realzado por el devenir, para que el devenir sea entrelazado por el ser. ¡Sea la pérdida logro en sí! La Magnanimidad es la grandeza del alma y la décimo segunda virtud, una de las más difíciles de alcanzar. Exige un gran desprendimiento, un olvidarse de sí y entregar al otro lo que realmente necesita, sea casa, dinero, ropa, alimentos, y hasta la propia vida, sin esperar compensación. Es fácil dar lo que tenemos en exceso, o algo que no nos sirve más o nos desagrada; por eso dar libremente lo que el otro necesita no es tan fácil. Muchas veces uno da cosas para sentirse bondadoso; por detrás de la filantropía se puede esconder un egoísmo extremo. Sólo se puede entrenar realmente esta virtud comenzando por entregar pequeñas cosas: desistir de un alimento y darlo a otro o dar una entrada de teatro o cine a alguien, no por no poder ir, sino porque ese alguien no tuvo oportunidad de adquirirla. La magnanimidad debe ser practicada sin arrepentimiento en el pensar, sin pensar en el sentir, sin vacilar en la voluntad. Para desarrollar la verdadera magnanimidad, debemos tener ciertas condiciones de armonía y salud, porque es difícil desarrollarla si nuestros cuerpos astral y etérico están demasiado aprisionados en el cuerpo físico. Así, por ejemplo, un individuo que sufre de constipación intestinal es con frecuencia avaro: no consigue desprenderse de las cosas. La condición para el desprendimiento es ser libre. La magnanimidad corresponde al signo de Piscis; los peces nos muestran, por naturaleza, un constante desprendimiento. Cristo, simbolizado por los peces, es el ser que ejercitó la magnanimidad hacia toda la humanidad. Con el ejemplo de Cristo se puede entender cómo la magnanimidad puede transformarse en verdadero amor, amor espiritual. Actualmente estamos en la era de Piscis, y es más que nunca necesario superar el egoísmo y la avaricia, hasta alcanzar el verdadero amor, la magnanimidad que se transforma en amor al prójimo, al hermano. El sentido del YO, que nos permite reconocer la individualidad del otro, está relacionado con la magnanimidad. Los niños lo realizan espontáneamente, aproximándose o alejándose de los adultos. En la edad mediana, este sentido tiene que ser ejercitado a fin de escoger a las personas que tienen relación con nuestro destino. En la vejez existe el peligro de un aislamiento cada vez mayor, o del cultivo de relaciones exclusivas con personas de las cuales se puede obtener algún provecho, como un hijo o una hija. La atrofia del sentido del YO torna a las personas socialmente difíciles. Lo importante es que el anciano, o cualquier persona, al encontrarse con el otro, se olvide de sí mismo y consiga concentrarse en el interlocutor; para esto precisará cultivar la magnanimidad, que puede llevarlo al amor.🌹

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