Metamorfosis. El baile De las Mariposas
Metamorfosis. El baile De las Mariposas
February 20, 2025 at 10:35 AM
El espantapájaros y la mariposa Hubo un tiempo en el que vivía acurrucada bajo la sombra de un gran espantapájaros. Era inmenso, con brazos rígidos y un rostro sin alma. Sus ojos vacíos parecían susurrarme que el mundo ahí fuera era demasiado grande, demasiado incierto. Yo creía en su mensaje de miedo. Bajo su manto de harapos, me hice pequeña. Me convencí de que estaba protegida, aunque mi alma ansiaba volar. Me sentía atrapada entre sus ramas secas, mirando la vida pasar sin atreverme a ser parte de ella. No tenía un propósito, solo la sensación de estar perdida en un campo desolado, donde el viento arrastraba preguntas sin respuesta. Pero un día, en la quietud de ese refugio hueco, algo dentro de mí empezó a susurrar más fuerte que el miedo. Era una voz que no venía de fuera, sino de lo más profundo de mi ser. Era la voz de la certeza, la que me recordaba que no había nacido para esconderme, sino para crear. Fue entonces cuando me atreví a mirar el espantapájaros con otros ojos. No era un guardián, ni un protector, ni siquiera un enemigo. Era solo un fantasma hecho de miedos viejos, de creencias prestadas, de límites que nunca fueron míos. Y en ese instante lo supe: si quería encontrar mi propósito, tenía que derribarlo. Con cada duda que solté, su estructura se tambaleó. Con cada pensamiento de amor y confianza, sus raíces de miedo se desprendieron. Y cuando finalmente me puse de pie y respiré profundamente, el espantapájaros cayó, desmoronándose en una lluvia de polvo y telarañas. Y ahí, en el espacio que dejó libre, apareció la luz. Fue entonces cuando lo vi con claridad: mi ikigai había estado esperando todo el tiempo, justo detrás de mi miedo. Crear. Escribir. Inspirar. Eran mis alas ocultas, las que siempre habían estado en mí pero que no me había atrevido a desplegar. Desde aquel día, dejé de esconderme. Subí al muro del límite de mis temores y miré hacia adelante. Ya no me conformé con ver la vida desde la distancia, sino que decidí escribirla, tejerla con palabras y compartirla con quienes, como yo, alguna vez se sintieron perdidos. Hoy, mi propósito brilla con la certeza de que cada historia, cada reflexión y cada idea pueden encender una chispa en alguien más. Porque en este mundo cada vez más independiente e individual, donde el frío de la desconexión amenaza con apagar almas, mi misión es recordar que aún podemos volar, que aún podemos transformar y que aún podemos abrazar la magia de ser humanos. Y así, donde antes hubo un espantapájaros de miedo, hoy hay una mariposa en vuelo. Rocío Castillo Castillo ✨🦋 ¿Y tú? ¿Te atreves a derribar tu propio espantapájaros? ✨
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