Cómo te hacen creer que son antifascistas dos fascismos enfrentados. No es su carácter disruptivo si no su propósito, su objetivo marcado con un falso relato. Nada en contra de quien se pretenda presentar contra los tradicionalismos casposos, incluso la crítica de aspectos de la tradición y de su libertad de expresarla. El peligro es más profundo. Es el interés obsesivo por un falso relato, que es bien pagado por el Capital en función de sus intereses. Aquí no hay disrupción, es un espejismo.