El mes de febrero (Febrvarivs) en el calendario romano tiene sus raíces en la antigua tradición de purificación y renovación. Su nombre deriva de Februus, dios asociado con la purificación y los ritos funerarios, y de februum, término que designaba los instrumentos utilizados en las ceremonias de limpieza. Este mes, originalmente el último del año en el calendario romano más antiguo, estaba dedicado a preparar a la ciudad y a sus habitantes para el inicio del nuevo ciclo agrícola en marzo. Durante febrero, se celebraban varias festividades clave que reflejaban su carácter sagrado y propiciatorio: Las Lupercales (Lvpercalia, 15 de febrero): Esta festividad honraba a Fauno Luperco, protector de los rebaños y la fertilidad. Los luperci, sacerdotes dedicados al culto, realizaban sacrificios y una carrera ritual alrededor del Palatino, golpeando a los espectadores con tiras de piel de cabra para asegurar su fertilidad y purificación. Las Parentalias (Parentalia, 13-21 de febrero): Dedicadas a honrar a los antepasados y a los difuntos, estas jornadas incluían visitas a las tumbas familiares, ofrendas de flores y alimentos, y la prohibición de celebrar matrimonios o actividades públicas. Las Feralias (Feralia, 21 de febrero): Día central de las Parentalias, en el que se realizaban ritos específicos para apaciguar a los espíritus de los difuntos y asegurar su benevolencia. Las Terminalias (Terminalia, 23 de febrero): Festividad en honor a Terminus, dios de los límites. Los ciudadanos decoraban los mojones de sus propiedades y realizaban ofrendas para reforzar simbólicamente las fronteras. La Regifugium (Regifvgivm, 24 de febrero): Conmemoraba la huida del rey (rex) en la antigua Roma, simbolizando el fin de la monarquía y el inicio de la República. Desde Vlpia Aelia os deseamos un ¡Feliz mes de Febrero!. 👍🏻