La violencia extrema contra las personas negras es habitual. Pero si son personas vulnerables, la cosa se vuelve más violenta. Este vídeo de un Mercadona en Lleida demuestra cómo se comporta un miembro de un cuerpo de seguridad privada y un espontáneo con un hombre negro en situación de calle, que robaba una barra de pan para comer, por un valor de 50 céntimos. Cuando entrega la barra recibe los primeros puñetazos. Habría que analizar hasta de punto estos pistoleros y chulos con porra pueden usar esa violencia o si su obligación es llamar a la policía. Lo más triste es que muchos que toleran que les estafen millones, aplaudían esta violencia contra un migrante por una barra de pan. Sociedad enferma de odio.