Reflexión de la Palabra de Dios. Febrero 1 de 2025. Domingo IV. Ciclo C. San Lucas nos relata el momento de la ofrenda que presentaban los judíos en rescate de los primogénitos, en memoria de la liberación, cuando fueron castigados los primogénitos de los egipcios en la noche de la Pascua. “El Señor dijo a Moisés: conságrame todo primogénito, todo primer parto entre los israelitas tanto de hombres como de animales, es mío.” (Éx. 13,1-2). Todo primogénito le pertenece al Señor; si es de animales se sacrifica como ofrenda, pero si se trata de un ser humano, se rescata ofreciendo en sustitución el sacrificio de un animal. (Ex. 34,19-20) Más tarde aparece en Israel otra manera de consagrar los primogénitos al Señor, ya no rescatándolos con el sacrificio de un animal, sino ofreciendo a los descendientes de Leví para que se dediquen por completo al servicio del Señor. Los levitas están destinados al servicio del Señor en el templo. “Mira que he elegido a los levitas de entre los demás israelitas en lugar de todos los primogénitos de los israelitas que abren el seno materno los levitas serán para mí, porque todo primogénito me pertenece…” Nm. 3,12 “…tomarás para mi, Yahveh, a los levitas, en lugar de todos los primogénitos de los israelitas,…”Nm. 3,41 Pero en el relato de Lucas no aparece ofrenda de animales, ni se menciona que los levitas estén en reemplazo de Jesús. Ofrecen José y María a su hijo, lo entregan por completo al servicio de Dios. Reconocemos allí también el anuncio del sacrificio por el cual entregará Jesús, el cordero inmaculado, su vida, en rescate por muchos. Se ofrecerá en sacrificio para rescatarnos del poder del pecado y de la muerte. De otra parte, el justo y piadoso Simeón, hombre de esperanza en el cumplimiento de las promesas, las reconoce cumplidas en el niño que es presentado en el templo. El ejemplo de Simeón nos ayude a crecer en la esperanza y a anhelar ver el rostro del Salvador. Y que nosotros, conducidos por María y José, reconozcamos que le pertenecemos al Señor, pues nos ha rescatado Jesús con su sangre, y por tanto, sirvámosle de corazón y unamos nuestros sacrificios al de Jesús por la salvación de la humanidad entera. Cada misa es renovación del sacrificio de Cristo por nosotros. Feliz domingo, día de la presentación del Señor. #evangeliodehoy #oración #inmaculada #inmaculadaconcepción