
😈 Relatos Eroticos / Erotismo Y Sensualidad 🔥
February 6, 2025 at 08:33 PM
LA PRIMERA VEZ! 💦
Capitulo (6)
Luego me dije que hacía rato que no la besaba en la boca y subí para comerme otra vez sus labios, cosa que creo que ella agradeció, pues sentí que se había puesto nerviosa cuando la había desnudado.
Volvimos a besarnos apasionadamente, pero esta vez había mucha más piel en juego. Ambos estábamos desnudos, bueno ella todavía tenía una tanga mínima y yo nada. De pronto ella notó mi güevo duro recostado contra su pierna y empujándome suavemente y rompiendo el beso, miró hacia abajo.
-Ohhh... es tan grande...-
-No te preocupes, mi amor. No es tan grande. Es de tamaño normal-
-Pero... pero eso no cabe... no cabe en mi huequito- dijo cual niña atemorizada.
-No te preocupes- repetí -todas las mujeres están construidas para eso. Y yo voy a ser tan tierno y amoroso que no vas sentir nada. Bueno, eso no es correcto. Lo que quiero decir es que te va a gustar-
-Si, por favor. Con mucho cuidado...-
-Claro, claro. Sólo lo haremos cuando estés dispuesta...-
Le cubrí de nuevo la boca con mis besos para hacerle olvidar su angustia y así pasamos varios minutos besándonos y acariciándonos con las manos, hasta que sentí que su respiración volvía a agitarse y a gemir suavemente.
Entonces volví a bajar poco a poco otra vez. La primera parada otra vez los senos. Los pezones se habían bajado y había que volver a ponerlos en movimiento, así que por un rato largo, volví a comerle las tetas. Chupando, besando, acariciándoselas. El pezón que no tenía en la boca, lo tenía en la mano. Luego cambiaba y chupaba éste y acariciaba el otro.
Luego me bajé y me coloqué entre sus piernas y comencé a besarle el vientre por el borde de la tanga, pero bajando por el muslo y subiendo luego por el otro. La tela estaba mojada con su excitación y el olor a sexo me aceleraba el pulso, pero sabía que ahora tenía que seguir con especial cuidado.
Así pues, seguí acariciándola con mi boca por encima de la tela sintiendo sus formas por debajo de la misma. El monte de venus y el valle entre los labios mayores. Con la nariz apreté contra dicho valle, sabiendo que allí se hallaba el clítoris, esperando.
Finalmente me decidí a quitarle el tanga y aunque Alicia levantó las caderas, sentí como se agitaba un poco inquieta otra vez.
-¿Ya?- preguntó nerviosa
-Nada que ver, mi amor. Todavía te falta mucho- le dije -¿has tenido alguna vez un orgasmo?-
-No, no- respondió.
-Bueno, ahora vas a conocer el cielo- le dije una vez que quedó desnuda ante mi.
Volví a acomodarme entre sus piernas y me dispuse a comérmela hasta hacerla acabar, tomara el tiempo que me tomara.
Tenía los vellos cortos y bien acomodados en un triángulo que le permitía usar los pequeños bikinis que yo conocía tan bien.
Despacio, deslicé mi lengua plana por toda la vulva. Ella estaba toda mojada y el sabor de sus fluidos se mezcló con mi saliva.
-Ooooohhhh- dijo al sentir mi lengua.
-Disfruta mi amor. Disfruta. Pero recuerda decirme qué es lo que te gusta más. Dirígeme hacia tus puntos más sensibles...-
Volví a recorrer toda la extensión de su entrepierna pero desde abajo hacia arriba, sin meterla entre los pliegues de su cuerpo. Luego, con la punta, exploré un poco más y la abrí más, metiendo la lengua un poco hacia la vagina. Tenía los labios menores pequeños por lo que no sobresalían mucho. Empujé un poco sus muslos hacia afuera y su vulva se abrió un poco más.
Entonces empecé a comérmela de verdad verdad. Subí con la lengua por toda la abertura de su cuerpo hasta llegar al clítoris y allí la deslicé por todo el botocito rojo.
Alicia pegó un brinco y un ronco gemido de placer me dijo que estaba cerca. Volví a bajar la boca y metí la lengua por la vulva en la búsqueda de la vagina.
-AAAAHHHH- gimió de nuevo.
Así fui descubriendo poco a poco todos los pliegues de su cuerpo, aprendiendo dónde le gustaba más. Obviamente era el clítoris, pero cuando lo acariciaba muy seguido se ponía sensible y había que cambiar.
Con los dedos de la mano derecha comencé también a explorar un poco su vulva, ahora que estaba tan mojada, y comencé a meter un dedo, notando lo cerrado que estaba el pasaje. Obviamente nada había pasado nunca por ahí. Sin dejar de deslizar mi lengua por todas partes, despacio metí mi dedo índice uno o dos centímetros, hasta encontrar un nuevo obstáculo, el himen, pensé.
Por un largo rato seguí comiéndomela con la boca, al tiempo que le acariciaba la entrada de la vagina con el dedo, tratando de relajar los músculos, en preparación de lo que vendría después, mientras sentía como Alicia se aproximaba al clímax. Su respiración era irregular y no paraba de gemir.
-AAAHHHH-
-Dime cómo te gusta más- la animaba.
-SIIIII… ahiiiii- respondía o -Maaaas abaaaajooo-
Si me dilataba demasiado con la boca en la parte de abajo de la vulva, ella me halaba hacia el clítoris, por lo que concentré mis esfuerzos ahí, hasta que ella ya no pudo más:
-AAAAAHHHH, NO PARES, NOO PAAAREESSS AAAAAHHHH-
Continuara…
© Aquiles
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