*LA HIJA OLVIDADA DEL GRAN MARISCAL SUCRE* El 3 de febrero, las campanas de la historia resuenan con un nombre inmortal: Antonio José de Sucre, el estratega brillante, el vencedor de Ayacucho, el hombre que dio su apellido a la capital de Bolivia. Pero detrás de la gloria y los títulos, hay una historia menos contada, una que se escurre entre los pliegues de la memoria: la historia de *Teresa Sucre y Carcelén*, la hija del Mariscal, la niña condenada al olvido. Teresa nació entre lujos y expectativas. Hija de Mariana Carcelén, Marquesa de Solanda, parecía destinada a una vida distinguida. Pero su infancia fue arrebatada por la tragedia. En 1830, cuando apenas tenía dos años, su padre cayó asesinado en la selva de Berruecos. La muerte de Sucre no solo apagó la luz de un líder, sino que sumió a su familia en el caos y la incertidumbre. Su madre, envuelta en su propio duelo, contrajo matrimonio con el general Isidoro Barriga. Pero Teresa no heredó ni la protección ni la estabilidad que su linaje prometía. Quedó atrapada en un limbo de sombras, como si el mundo no supiera qué hacer con la hija de un héroe. Las versiones sobre su final son confusas. Algunas crónicas sostienen que murió al caer de un balcón, con tan solo 17 años. ¿Accidente? ¿Desesperación? No hay certezas. Solo el eco de su nombre deslizándose hacia el vacío, el mismo vacío que la historia reservó para ella. Sucre fue un titán de América, su nombre quedó esculpido en la historia. Pero su hija… su hija desapareció entre murmullos, sin monumentos, sin epopeyas, sin justicia. Hoy recordamos al Gran Mariscal, pero también a Teresa, la hija del héroe que murió en el anonimato. https://www.tiktok.com/@periodismoquecuenta/video/7467039558266342661?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7294780431063909894