*EL DESASTRE DE LA TERMINAL DE SUCRE: PASAJEROS DESORIENTADOS, CONDUCTORES EN GUERRA Y EL ROSTRO DE LA VERGÜENZA CAPITALINA* La terminal de buses de Sucre es un desastre en movimiento. Entre bocinazos ensordecedores, pasajeros desorientados y conductores que maniobran sus enormes vehículos con riesgos evidentes, el espacio destinado al transporte interdepartamental se ha convertido en una trampa de incomodidad y peligro. Los carriles de salida ya no cuentan. La terminal, construida en los años 70 para un flujo de pasajeros y buses mucho menor, hoy luce colapsada. En su momento, estaba diseñada para vehículos pequeños que cargaban equipajes en la parte superior. Ahora, con buses más grandes y compartimientos de carga inferiores, la infraestructura simplemente no da más. *_INFRAESTRUCTURA DETERIORADA Y UN ESPACIO INSUFICIENTE_* El área de abordaje está marcada por losas rotas y deterioradas, convirtiendo el piso en una amenaza para quienes transitan por allí. El estacionamiento es un caos: pasajeros, valijas y bultos se entremezclan en un espacio insuficiente. Mientras tanto, el área de taxis tampoco alcanza para la demanda, generando embotellamientos que se agravan en horas pico. El colapso se extiende más allá de la terminal. En el ingreso, los buses bloquean el tráfico en la zona, formando filas interminables por la noche. A la salida, la escena se repite. No hay un sistema ordenado, solo un embudo de vehículos que compiten por avanzar. *_SOLUCIONES PROMETIDAS, PERO SIN AVANCES_* El 12 de mayo de 2022 se presentó con entusiasmo el proyecto del pasaje Manuela Gandarillas, una supuesta solución que hasta la fecha sigue empantanada en trámites burocráticos entre las cámaras de diputados y senadores. El presupuesto sigue siendo el gran pretexto para su inacción. Por otro lado, la nueva terminal en la zona de Caza y Pesca avanza a paso de tortuga. Sin accesos adecuados y con un presupuesto que no alcanza, su conclusión parece más un espejismo que una realidad próxima. Mientras las autoridades dilatan las soluciones, la terminal de buses de Sucre se mantiene como un reflejo de la improvisación y el abandono. Pasajeros, conductores y ciudadanos conviven en este caos diario, esperando respuestas que nunca llegan. https://www.facebook.com/123periodismo/posts/pfbid0dubSZQUJTsQkGgSBwdRmFANfYTHEV7uPMBXTiWjrHFdstVxBTnBVQ74mrg6QeAGol