.Nuestro tiempo Y os restituiré los años que comió la oruga. Comeréis hasta saciaros… Joel 2:21-27 Cuando vivía con mi madre veía que había decidido aguantar maltratos por parte de mi padre, pero siempre se aferró a su sueño de salir adelante y volverse una profesionista. Tres hijos más tarde, y tras una separacion obtuvo un título universitario, llegó desarrollarse como quería . Cuando me compartió su sueño, proclamó que Dios ciertamente había escuchado sus oraciones y le había dado los deseos de su corazón. La vida puede ser igual para nosotros. Nuestros planes van en una dirección, pero la realidad va en otra. Pero con Dios, nuestro tiempo y experiencia pueden volverse demostraciones hermosas de su compasión, amor y restauración. Dios le dijo al pueblo de Judá (Joel 2:21) que le restituiría sus años perdidos o destrozados por «la oruga». En nuestro caso, sigue ayudándonos en los desafíos y los sueños incumplidos que enfrentamos, porque servimos a un Dios redentor que recompensa nuestros sacrificios por Él. (Mateo 19:29) Ya sea que enfrentemos un reto devastador o un tiempo de sueños sin cumplir, podemos clamar a Dios, quien restaura y multiplica, alabalo. De: Reflexiónes de Hávila ¿Qué esperas que Dios restaure o que cumpla? ¿Cómo describirías tu actitud mientras esperas? Dios poderoso, ayúdame a confiar en tus tiempos para cada área de mi vida. Escuchalo en Spotify Reflexiones de Hávila https://open.spotify.com/episode/7ksjsnG7tbDNg9u6L4h0YK?si=Ic0EyhkzQtiZlYHGkr2JaQ