El Santo Rosario: El arma de los últimos tiempos San Maximiliano Kolbe nos enseñó que el Santo Rosario es más que una devoción; es un arma poderosa en la batalla espiritual de nuestros tiempos. En un mundo donde el mal parece avanzar sin resistencia, María Inmaculada nos ofrece esta arma infalible, capaz de transformar corazones y derrotar las fuerzas del enemigo. Cada Ave María es un golpe contra la oscuridad, una luz que resplandece en la noche del pecado y la indiferencia. La Milicia de la Inmaculada, llamada a conquistar el mundo para Cristo a través de María, debe sostener con firmeza esta espada espiritual. Como soldados en el ejército de la Inmaculada, no podemos descuidar nuestro armamento. San Luis María Grignion de Montfort nos advierte que en los últimos tiempos, María reunirá un ejército de almas consagradas, llenas del fuego del Espíritu Santo y armadas con el Rosario. ¿Estamos dispuestos a formar parte de esta batalla? ¿Rezamos el Rosario con la fe de quienes saben que con él pueden cambiar el destino de las almas? San Pío de Pietrelcina decía: "El Rosario es la arma de los tiempos modernos". No es un simple conjunto de oraciones repetitivas, sino una escalera al cielo, un escudo contra la tentación y un martillo que destruye las fortalezas del enemigo. Como miembros de la Milicia de la Inmaculada, comprometámonos a rezarlo cada día con fervor. No importa cuán grande sea la batalla o cuán oscura parezca la situación, si llevamos el Rosario en la mano y la Inmaculada en el corazón, la victoria está asegurada. ¡Tomemos esta arma y marchemos con valentía bajo la bandera de María, seguros de que, al final, su Corazón Inmaculado triunfará!