
𝓪𝓷𝓰𝓮𝓵𝓲𝓽𝓸 #𝟖
February 25, 2025 at 03:32 AM
Imagina a un niño pequeño: él confía sin malicia y no guarda rencor, pero también es ingenuo y puede ser engañado fácilmente. Así como los niños son puros en su intención, Dios nos llama a vivir con un corazón limpio, sin maldad ni engaño. Pero al mismo tiempo, nos pide que *seamos maduros en nuestra manera de pensar*, que aprendamos a discernir entre lo bueno y lo malo, y no nos dejemos llevar por cualquier enseñanza o engaño del mundo.