¿Qué hacer ante las preguntas difíciles de los niños? Comencemos por entender que la mayoría de las veces las preguntas difíciles lo son para los adultos y no para los niños. Ellos solo tienen curiosidad, están aprendiendo y descubriéndolo todo. Todo lo que un niño pregunta debe ser respondido, aunque con argumentos acordes a su capacidad de comprensión. Si no lo hacemos, entenderá que hay algún problema alrededor del tema y buscará sus propias respuestas, que ya estarán fuera de nuestro control. Todo debe responderse con naturalidad y serenidad. Mientras más lo logremos, con mejor facilidad el niño lidiará con la respuesta. Ellos lo naturalizan todo y si los adultos transmiten tranquilidad, así mismo lo tomarán ellos. Por el contrario si nos mostramos perturbados con la pregunta, les transmitiremos dudas, temores y más interrogantes. Cuando una pregunta nos toma por sorpresa, podemos decirles que más tarde le vamos a responder. Y prepararnos para ello. Pero nunca dejarlos sin respuesta. Nuestras actitudes determinan cómo los niños ven el mundo. #crianzarespetuosa ❤️👶🏻