Feliz tarde de Shabbat para todos. Les comparto esta enseñanza “Dos caminos: Riquezas y pobreza” En la vida, todos nos encontramos con un cruce de caminos, donde debemos elegir entre dos direcciones. En uno, parece haber abundancia, riquezas y placeres, mientras que el otro se presenta con sacrificios, humildad y lo que podría parecer escasez. Sin embargo, en la profundidad de nuestras almas, sabemos que la verdadera medida de nuestro caminar no se encuentra en las riquezas materiales, sino en la riqueza espiritual, en la relación con Yahweh. El camino de las riquezas, del mundo, es seductor. Nos ofrece comodidad, poder y fama. Nos dice que somos exitosos si acumulamos bienes materiales. Pero en este camino, muchas veces, el alma se pierde en la búsqueda de lo efímero, y los anhelos del corazón se convierten en una obsesión que aleja de lo esencial. La riqueza, sin un propósito divino, puede ser un freno para nuestra fe, haciendo que dependamos de lo material en lugar de depender de Yahweh, quien provee todo lo que necesitamos. Sin embargo, la pobreza también es un camino que el mundo no valora. Vivir con menos, ser dependientes de lo esencial, puede parecer una desventaja. Pero a menudo, en esa pobreza, encontramos una riqueza interior que no se ve con los ojos físicos. La pobreza, cuando se vive con humildad, puede ser una oportunidad para acercarnos más a Yahweh, sabiendo que Él es nuestra fuente y nuestro proveedor. Nos enseña a depender completamente de Él, y a ser generosos no solo con lo que tenemos, sino con lo que somos: el amor, la fe y la obediencia a Su voluntad. Y aquí es donde se presenta la gran decisión. Yahweh, en Su palabra, nos invita a escoger entre dos caminos, como lo dice en Deuteronomio 30:19-20: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia, amando a Yahweh tu Elohim, escuchando Su voz, y siguiéndole a Él; porque Él es tu vida y la longitud de tus días…” Escoge la vida, escoge la bendición. La verdadera bendición no está en las riquezas materiales, sino en la paz que solo Yahweh puede dar, en la obediencia a Su palabra y en la fidelidad a Su propósito. Al elegir el camino de la bendición, estamos eligiendo caminar en la luz de Su voluntad, confiar en Su provisión y buscar siempre Su gloria, no la nuestra. El camino de la maldición, aunque no siempre se vea como tal, es el que nos aleja de la voluntad de Yahweh, el que nos lleva a vivir en autosuficiencia, a depender de nuestras propias fuerzas y riquezas, sin reconocer a Yahweh como la fuente de todo bien. Este camino puede parecer cómodo, pero en última instancia, trae vacío y desilusión. La verdadera riqueza, como dice la Escritura, no es la que se acumula en la tierra, sino la que se acumula en el cielo. El amor, la fe, la esperanza, la obediencia y la paz que solo Yahweh puede proporcionarnos son los tesoros que perduran. Y aunque el camino de la pobreza pueda parecer más difícil, es en este camino donde podemos aprender a vivir para los demás, a dar sin esperar recibir, a servir sin esperar retribución, y a depender plenamente de Yahweh. “Mejor es lo poco con el temor de Yahweh, que el gran tesoro con turbación” (Proverbios 15:16). Así que, hoy, ¿qué camino eliges? ¿El camino que busca las riquezas pasajeras de este mundo, o el que encuentra su verdadero tesoro en el amor de Yahweh y Su provisión eterna? Escoge la bendición. Escoge la vida. Escoge a Yahweh como tu riqueza más grande, y verás cómo, incluso en medio de la pobreza o la escasez, Él te bendecirá más allá de lo que puedes imaginar. Shalom y Bendiciones 🌹☕️