Vivencias en la Torah
Vivencias en la Torah
February 22, 2025 at 02:53 PM
Buenos días Comunidad. Tengan todos un bendecido cese! Hoy vamos a reflexionar el Desierto de Zif El desierto de Zif representa esos momentos en nuestra vida donde nos sentimos despojados, solos y perseguidos, como fue el caso de David. En 1 Samuel 26, vemos a David huyendo de Saúl, quien lo persigue con el propósito de destruirlo. A pesar de estar en un lugar inhóspito, David no pierde su fe; al contrario, se aferra a la confianza en Yahweh. 1. La soledad como prueba de fe: El desierto es un lugar de pruebas. David estaba solo, rodeado de adversidad, y sin embargo, no permitió que la soledad lo sumiera en la desesperación. En esos momentos de desierto, se nos da la oportunidad de profundizar nuestra relación con Yahweh. Es un tiempo para escuchar Su voz y buscar Su dirección. La soledad puede convertirse en un espacio sagrado donde podemos encontrar consuelo y fortaleza en la Palabra de Yahweh . 2. La fidelidad de Yahweh : A pesar de las circunstancias adversas, David confió en la fidelidad de Yahweh. En el desierto de Zif, David tuvo una oportunidad para matar a Saúl, pero eligió no hacerlo, demostrando su respeto por la unción de Yahweh. En nuestros propios desiertos, somos probados en nuestras decisiones y acciones. Elegir confiar en la justicia de Yahweh en lugar de buscar venganza o solución rápida refleja nuestra fe en Su plan. 3. La provisión en el desierto: Aunque el desierto de Zif es un lugar árido, también es un recordatorio de que Yahweh provee en nuestros momentos más difíciles. A menudo, vemos que la provisión de Yahweh llega en formas inesperadas. David encontró apoyo en su amigo Abisai, quien lo acompañó en su tiempo de necesidad. Esto nos recuerda la importancia de rodearnos de personas que también buscan a Yahweh en nuestros desiertos. 4. La transformación en el desierto: El desierto puede ser un lugar de transformación. David salió de Zif más fuerte y más decidido a cumplir el propósito que Yahweh tenía para él. En el desierto, Yahweh trabaja en nuestro carácter, refinando nuestra Emunah (fe) y preparándonos para lo que vendrá. Lo que parece ser un tiempo de estancamiento puede ser, en realidad, un tiempo de preparación. Conclusión: Cuando nos encontramos en nuestro propio desierto de Zif, recordemos que no estamos solos. Yahweh está con nosotros, guiándonos y enseñándonos. Aprendamos a confiar en Su provisión y a buscar Su presencia en medio de la desolación. En nuestra vulnerabilidad, Su fuerza se hace perfecta. Que cada desierto se convierta en un lugar de encuentro con nuestro Creador, donde podemos reconocer Su soberanía y prepararnos para la próxima etapa de nuestro viaje. Yahweh les Bendiga abundantemente! ☕️🌹
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