💥 Amados maestros, Dios les ha confiado una hermosa y valiosa tarea: sembrar Su Palabra en corazones pequeños que un día darán fruto. Pero recuerden que esta labor no se hace solo con creatividad ni conocimiento, sino con dependencia total del Espíritu Santo. Antes de planificar una clase, antes de elegir un versículo, un juego o una manualidad, doblemos nuestras rodillas. Porque cuando oramos, no solo organizamos nuestras ideas... sino que invitamos a Dios a ser el centro de todo. Cada niño que entra a tu aula viene con un corazón único. Y solo Dios sabe lo que necesita. Por eso, planifica con sabiduría, pero ora con fe. Que tu cuaderno de clase esté lleno de ideas, sí… pero sobre todo, que esté bañado en oración. Haz de la oración tu primer paso y tu mayor recurso. Porque donde hay oración, hay dirección divina.🙇🏻‍♀️ 📝