*_Palabras que hablan_* Donde esté tu tesoro, alli estarán también los deseos de tu corazón. Mateo 6: 21 _(NTV)_ Lo que anhelamos, lo que soñamos... siempre comienza en nuestra mente y continúa en el corazón… Normalmente entra por nuestros ojos lo que y luego, por la insistencia, se convierte en una necesidad… La sociedad nos ofrece todo tipo de cosas que pasan de moda, se envejecen con el paso del tiempo y otras que se echan a perder. Pone ante nuestros ojos la gran necesidad de satisfacer placeres continuos, obtener títulos, logros, posesiones; como si por allí pasara la verdadera felicidad. Sin darse cuenta el hombre queda atrapado en su red de mentiras a tal punto que aquel que no alcanza los estándares de su entorno se siente un perdedor, cambia su conducta y toma riesgos que no debería tomar para alcanzar lo que sea con tal de no quedar al margen de lo que le impone la sociedad. El gozo y la satisfacción de la vida pasan por otro lado y no por tener cosas ni mostrar lo que hayas alcanzado… Cuando te enfrentas con las cosas importantes de la vida; lo frágil de tu existencia, la salud, la eternidad, consideras lo pequeñas e insignificantes que son las demás cosas… En cambio, cuando tienes puesta la mirada en Dios y focalizas tu vida en Él, el rumbo de tu vida toma otro sabor, se ordenan las necesidades, cambian las prioridades y puedes disfrutar de una vida de gratitud por lo que tienes y no entristecerte por lo que todavía no llegó. Aún lo que te falta ya no es un problema pues Dios te llena de esperanza y te conduce por donde debes andar… Puedes orar así: Querido Dios, no permitas que haga tesoros insignificantes que no permanecerán jamás. Quiero llenar mi corazón de la riqueza de tu presencia y los tesoros de tu bendición. En el nombre de Jesús, amén. Síguenos en *Instagram* Allí encontrarás todos los devocionales juntos. www.instagram.com/_palabrasquehablan