*Matthew Henry sobre el amor de Dios al mundo caído según Juan 3:16:* «En esto Dios ha encomendado su amor al mundo: Dios amó tanto al mundo, tan realmente, tan ricamente. Ahora sus criaturas verán que él las ama y les desea lo mejor. Él amó tanto al mundo del hombre caído como no amó al de los ángeles caídos; véase Romanos 5:8; 1 Juan 4:10. ¡Contemplad, y maravillaos, que el gran Dios amara a un mundo tan indigno! Que el Dios santo amara a un mundo tan malvado con un amor de buena voluntad, cuando no podía mirarlo con ninguna complacencia. Este fue un tiempo de amor en verdad, Ezequiel 16:6,8. Los judíos vanamente se enorgullecieron de que el Mesías sería enviado solo en amor a su nación, y para avanzarlos sobre las ruinas de sus vecinos; pero Cristo les dice que vino en amor a todo el mundo, tanto a los gentiles como a los judíos, 1 Juan 2:10. Aunque muchos del mundo de la humanidad perezcan, sin embargo, el hecho de que Dios haya dado a su Hijo unigénito fue un ejemplo de su amor hacia todo el mundo, porque a través de él hay una oferta general de vida y salvación hecha a todos. Es amor hacia la provincia rebelde y rebelada emitir una proclamación de perdón e indemnización a todos los que quieran venir, implorarla de rodillas y volver a su lealtad. Tanto amó Dios al mundo apóstata y caído que envió a su Hijo con esta hermosa propuesta: que todo aquel que crea en él, uno u otro, no perecerá. La salvación ha sido de los judíos, pero ahora Cristo es conocido como salvación hasta los confines de la tierra, una salvación común.» *Comentario a Juan 3:16.*