[ `FEMINICIDIO SISTÉMICO. PARAGUAY`]✍🏼🧉 Siempre existió, siempre se encubrió bajo el estado y el manto cultural patriarcal ultraconservador. Hoy, sólo es más visible, y es posible verlos, denunciarlos y trazar caminos de cambio estructural. Una reflexión de *Ramón Corvalán.* _"*La destrucción sin fin:* El feminicidio de María Fernanda, adolescente de 17 años, instaló la sensación de espanto en un contexto en que crímenes contra adolescentes, desapariciones de niños y adolescentes se reiteraban en una continuidad que no encontraba nada que la interrumpiera. Pero lo de María Fernanda devino como lo siniestro que desbordó los límites de lo horrendo que una sociedad asume como manejable y que por ello mismo se enfrenta al límite del lenguaje. Es la situación referida por Meliá cuando ante un hecho de homicidio, el dirigente mbyá Pablo Vera, le manifiesta: “Cuando tales cosas acontecen, me hallo impotente, faltan caminos para mis palabras”. *Es que la violencia produce crisis en todos los órdenes, también en el del discurso y por eso en los medios se apela a capturar el espanto mediante la acentuación de lo horrendo, o de la acumulación de estadísticas.* O la lógica oficial consistente en convocar una cumbre de poderes y la promesa de formar un ejército de funcionarios que cubriría los 17 departamentos del país. El problema es que el feminicidio de María Fernanda no cayó del cielo, más bien *forma una trama con una serie de crímenes, violencias que cruzan la sociedad paraguaya desde hace bastante tiempo.* Verónica Gago, en su libro La potencia feminista, ofrece al respecto algunas claves al señalar lo estratégico de pluralizar la violencia machista: “logramos dejar de hablar “sólo” de la violencia contra las mujeres y cuerpos feminizados para ponerla en relación con un conjunto de violencias sin las cuales ésta no se explica, ni menos aún se comprende con respecto a su incremento histórico”. En la práctica, la propuesta de pluralizar la violencia machista supone “conectar los hogares estallados con las tierras arrasadas por el agronegocio, con las diferencias salariales y el trabajo doméstico invisibilizado, vincular la violencia del ajuste y la crisis con los modos en que se la enfrenta desde un protagonismo feminizado de las economías populares y relacionar todo esto con la explotación financiera por el endeudamiento público y privado; anudar las formas de disciplinamiento de las desobediencias a manos de la represión lisa y llana del Estado”. Evidentemente esta trama no es obvia pero urge establecer la conexión entre la violencia de género con las múltiples formas de violencia que la hacen posible. *Además, se la debe vincular con la institucionalización de la impunidad en Paraguay, otra continuidad histórica que hasta ahora obstaculiza la posibilidad de fundar una comunidad de derecho.* Precisamente no resulta casual el alto porcentaje de impunidad en los casos de feminicidio y de abusos a niños y adolescentes. La persistencia de la impunidad es el modo en que la destrucción sin fin se configura como una dinámica social que paradójicamente impide la instauración de lo social. La impunidad básicamente opera destructivamente sobre tres niveles sociales: *suspende la distinción entre lo permitido y lo prohibido activando vivencias de confusión, inermidad y desamparo; elimina el reconocimiento del delito y así se deja de sancionar al culpable con lo cual la justicia se borra como instancia reparadora y suspende la universalidad de la ley, eliminado con ello la igualdad ante la misma.* La progresiva disgregación de la sociedad es su derivación lógica, o la instauración de modos delincuenciales y criminales de gestionar lo público también suele ser la otra deriva posible. Estos temas no se abordan en la cumbre de poderes porque sería como dinamitar sus propios fundamentos destacados por el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en Hungría. La destrucción sin fin de la sociedad paraguaya no ocurre por bombardeos ideológicos que amenazan la vida, familia o identidad y fe variadas, sino de la dificultad de interrumpir un modo de gestión de gobierno en el que la violencia impune constituye su seña de identidad. *Un modo de gobierno en el que principios constitucionales básicos como el respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos, fueron desplazados por un discurso cuyos principios suenan demasiado parecidos al discurso de la derecha global, que se configura como la contracara de los derechos humanos y la democracia.* Queda la tarea de sostener, pese a todo, la opción por modos de vida más compadecidos con la dignidad de la vida, que celebren su diversidad, que apuesten por la potencia que late en las mujeres, en las infancias y juventudes. El poder impune es insensible a todo ello; sólo se dedica a destruir las condiciones básicas que hacen posible el vivir bien con suficiente disfrute del juego, del amor, del pensamiento, de la creación."_ (Dr. Ramón Corvalán).✍🏼🧉