Un malentendido con la policía, aunque no derive en condena penal, puede complicar significativamente los procesos migratorios en España, como la renovación de la residencia o la solicitud de la nacionalidad. Los antecedentes policiales, que registran interacciones con las fuerzas de seguridad como detenciones o identificaciones, son distintos de los antecedentes penales, pero las autoridades de extranjería pueden acceder a ellos al evaluar solicitudes. Un registro no cancelado, como una detención por error o una denuncia archivada, podría interpretarse como un indicio de problemas legales, afectando la percepción de "buena conducta cívica" exigida para la nacionalidad o generando dudas en renovaciones de residencia. Para evitar problemas, es crucial actuar con rapidez solicitando la cancelación de datos policiales que permite eliminar registros si no hay cargos formales. Por tanto, lo idóneo es estar bien informado y tomar medidas a tiempo para evitar complicaciones en los procesos migratorios.