Enseñamos a orar, a servir, a predicar, pero ¿enseñamos a sentir? La educación emocional es parte del discipulado que Jesús modeló: lloró, se enojó, se alegró. Negar nuestras emociones no es espiritualidad, es ignorancia emocional. Dios nos creó con emociones para vivirlas, no para reprimirlas. para gestionarlas y, claro, DOMINARLAS CON EL ESPÍRITU. “Jesús lloró”. —Juan 11:35 Siente y llora libremente, pero hazlo a la manera de Él, pues las emociones de un hijo también se canalizan a la altura del Padre que tenemos y de quien pertenecemos. ¿Qué emoción has estado reprimiendo por miedo a parecer débil espiritualmente? Busca ayuda… @leidydegrimi