https://n9.cl/mn33h La Constitución de 1991 fue el resultado de una exigencia ciudadana por una constituyente amplia, diversa y participativa en la que la ciudadanía, sus exigencias y necesidades, estuvieran en el centro de la acción del Estado. La democracia directa y participativa es una deuda histórica que quienes defendemos una ciudadanía activa aún tenemos que saldar, y es a través de los mecanismos de participación que se hace. El Senado no estuvo a la altura del pueblo, ahora debemos responderle a los trabajadores y generar todos los medios posibles entregarles mejores condiciones laborales.