*REFLEXIÓN DE UN HERMANO* Para mí una de las experiencias más difíciles de la cotidianidad es la visita a un hospital. Ver los rostros serios , cansados , llenos de dolor, lágrimas, llanto. Observar pasos que se apresuran y pasos que van lento como si el temor a la mala noticia hiciera que cada paso sea más pesado que el anterior . Veo escasez ,miradas perdidas, personas buscando en los móviles más que cobertura aliento de los seres queridos. Pero lo que más me duele ver es la falta de esperanza . Todo ese panorama triste me hace pensar en la realidad de vivir en un mundo caído y sus consecuencias, pienso en eso y me duele más ! Pienso en que aún podemos hacer más para proclamar , anunciar verdadera esperanza a esos que sufren en la primera línea. Esperanza que trasciende más allá de la muerte , la esperanza ( bendita esperanza) que viene de creer en Cristo ! Bienaventurada esperanza que me hace fijar mis ojos en el Autor y Consumador de la fe . Esperanza que me hace reflexionar en la realidad de que aunque parezca todo perdido el mal , el dolor y el sufrimiento ya han sido derrotados por la victoria de Aquel que por medio del dolor y el sufrimiento venció a la muerte para que los que creen en Él vivan . Y es ahí cuando entiendo que esa experiencia difícil de venir al hospital me recuerda que el *SEÑOR no ha dejado de obrar y todo está en marcha y un día ( no lejano ) el Cordero regresará y enjugará toda lágrima! Ven pronto, Señor Jesús, Ven!* *Tomado del muro de Julio Castro Jerez.*