Réquiem por el Medioambiente Ángela Guerrero 07-06-2025 Quiero que sepas Ojalá, República Dominicana Para alcanzar la cuota del 30% de territorio protegido en 2030 se creó un parque marino de papel, pero no se pudo hacer nada para proteger la fuente de vida de los pescadores de Juancho, ni la biodiversidad de su bahía de la fuerte temporada de Sargazo, que se que sabía llegaría. De papel son los permisos otorgados por el Ministerio y hasta por ayuntamientos para que las mafias granceras desangren nuestros ríos, mientras matan a los ambientalistas que los defienden. Se creó la Reserva de la Biosfera Madre de las Aguas en la Cordillera Central para reforzar la protección del Techo del Caribe y de su Corredor biológico, mientras un senador revive la amenaza de la carretera Cibao-Sur para atravesar su corazón y herirla de muerte, como dijo Eleuterio Martínez. El presidente y las autoridades de Medioambiente se ufanan de reforestar con aguacates, mangos, café y hasta flamboyanes, después de haberse comprometido, junto con otros cien países, en la Cop 26, en 2021, a detener la deforestación. Jesús Tejada es el tercer mártir de nuestros ríos. Murió por el Naranjo, que esta gestión, que solo protege nuestros recursos naturales en el papel, ha entregado a la minera Barrick Gold por encima literalmente del cadáver de su defensor. No han sido suficientes las vidas de Francisco Ortiz, por el Tireo, y de Sixto Ramírez, por el Nizao. Porque para el Ministerio de Medioambiente, en esta Gestión de papel, como dijera, el gran Pablo Milanés, “la vida no vale nada”.