Acababa de cumplir 13 años, pero ya medía 1,90 metros y era nadador. Mi hermana era 14 meses mayor, y la chica más bella y fastidiosa de la historia de 1,65 metros, con el pelo rizado de color rojo oscuro. Habíamos ido a Michigan para nuestra reunión decenal de clanes. Normalmente, nos reuníamos en Grandfather Mountain, pero ese año fuimos a Blaine Township. Llegamos casi una semana antes porque nuestro papá se había ofrecido como coordinador de esa reunión. Mi hermana Laura y yo conocimos a un montón de primos de nuestra edad, pero en la semana anterior a la llegada de gente de todos los EE.UU. y Canadá, éramos sólo yo, mi hermana y cuatro primas de entre 12 y 15 años. Un día, estábamos en la casa del lago de mi bisabuela, y al final de la tarde todos estábamos en la punta muelle, que tenía más de 150 metros de largo, pero estaba bastante desvencijado. El agua estaba a finales de verano, y las chicas decidieron que todos debíamos ir a nadar. Todas se quitaron la ropa y se quedaron en sostenes y bragas, así saltaron al agua, chillando y salpicando. Me quité la camisa, pero tan pronto como vi su ropa interior mojada y MUY transparente, tuve una erección inmediata. Sin conocer mi problema, mi hermana convenció a mis primas de que me atacaran en el muelle y me quitaran los pantalones. Ahora tenía 5 chicas adolescentes, la mayoría en ropa interior, haciéndome cosquillas y desnudándome, lo que hicieron, porque no llevaba ropa interior. Mi prima menor fue la primera en ver mi muy, muy duro pene al aire y gritó y señaló como si fuera el monstruo de Alien. Me valí de tal distracción para meterme en el agua, que sólo tenía 90 centímetros de profundidad, con la esperanza de que el agua escondiera mi erección o hiciera que se fuera. Pero sentadas en el muelle frente a mí había 5 hermosas adolescentes que llevaban bragas y sostenes completamente transparentes. Mi erección NO bajó, y estaba avergonzado. Mi hermana de repente se levantó y dijo que no era justo que todas me vieran desnudo mientras ellas estaban vestidas, y se quitó la ropa interior y saltó al agua a mi lado completamente desnuda. A los pocos minutos todas las chicas estaban desnudas, primero jugamos a agárrale el trasero a otro, eventualmente jugamos a la mancha y Marco Polo. Mi erección finalmente bajó y aparte de mi prima menor, nadie lo mencionó de nuevo esa semana. Al día siguiente, mi prima menor Samantha me preguntó por qué mi pene era mucho más pequeño que el día anterior. Mi hermana simplemente dijo que se lo explicaría más tarde. Fuimos a nadar desnudos todos los días de la semana. Nota editorial: Mi hermana y yo estábamos acostumbrados a vernos desnudos ya que compartíamos habitación en nuestra casa de dos dormitorios. (No, nunca tuvimos ningún contacto sexual).