20 de Mayo 𝙎𝙤́𝙡𝙤 𝙖𝙨𝙞́ 𝙨𝙚𝙧𝙚́ 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙡𝙞𝙗𝙧𝙚, 𝙥𝙪𝙚𝙨 𝙝𝙚 𝙗𝙪𝙨𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞𝙧 𝙩𝙪𝙨 𝙢𝙖𝙣𝙙𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨. 𝙎𝙖𝙡𝙢𝙤𝙨 119:45 𝙍𝙑𝘾 Amado hijo, amada hija… Es tiempo de LIBERTAD. Te estoy sacando del ciclo, del desánimo y de todo aquello que ha limitado tu caminar. Yo, el que soy tu Redentor, estoy pelando capas profundas de tu alma no para herirte, sino para sanarte completamente. Lo que ahora sientes como presión es Mi mano ensanchando tu capacidad, ampliando tu territorio y preparando tu espíritu para lo que viene. No estás retrocediendo, estás siendo refinado. La disfunción que te marcó, el abuso que viviste, las palabras que una vez moldearon tu identidad... Yo las estoy desmantelando. Estoy renovando tu mente, sanando tus memorias y restaurando tu voz. Ya no vivirás de migajas, porque te he invitado a Mi mesa. No eres víctima, eres guerrero. No estás quebrado, estás siendo equipado. Yo mismo estoy cambiando tu entorno interno para establecer Mi reino dentro de ti. ¡Es tiempo de soñar otra vez! No interpretes esta incomodidad como castigo, porque es Mi gracia confrontando toda mentira antigua con Mi verdad eterna. ¡Sal de la fortaleza! ¡Deja la cueva! Porque te estoy llevando a Judá, a territorio de alabanza, a tierra de libertad. Aun ahora, estoy derramando Mi bálsamo sobre ti—profundo, permanente y sanador. Lo que te persiguió ya no tendrá poder. Estoy cortando de raíz generaciones de opresión para levantar en ti un linaje santo. Escucha, hijo mío, hija mía: lo que el enemigo intentó destruir, Yo lo usaré como plataforma para tu llamado. Esta es tu temporada de reforma interior. No temas los zapatos grandes delante de ti: Yo te los di, y Yo te capacitaré. Camina con confianza. Yo estoy contigo, y no fallaré. Tu rompimiento ha comenzado. ¡Estás saliendo… y esta vez, no volverás atrás! 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙨𝙞 𝙢𝙞𝙧𝙖𝙨 𝙖𝙩𝙚𝙣𝙩𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙡𝙚𝙮 𝙥𝙚𝙧𝙛𝙚𝙘𝙩𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙩𝙚 𝙝𝙖𝙘𝙚 𝙡𝙞𝙗𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙥𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙚𝙣 𝙥𝙧𝙖́𝙘𝙩𝙞𝙘𝙖 𝙮 𝙣𝙤 𝙤𝙡𝙫𝙞𝙙𝙖𝙨 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙘𝙝𝙖𝙨𝙩𝙚, 𝙚𝙣𝙩𝙤𝙣𝙘𝙚𝙨 𝘿𝙞𝙤𝙨 𝙩𝙚 𝙗𝙚𝙣𝙙𝙚𝙘𝙞𝙧𝙖́ 𝙥𝙤𝙧 𝙩𝙪 𝙤𝙗𝙚𝙙𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖. 𝙎𝙖𝙣𝙩𝙞𝙖𝙜𝙤 1:25 𝙉𝙏𝙑