13 de Junio 𝙏𝙚 𝙖𝙢𝙤, 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧; 𝙩𝙪́ 𝙚𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙛𝙪𝙚𝙧𝙯𝙖. 𝙀𝙡 𝙎𝙚𝙣̃𝙤𝙧 𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙧𝙤𝙘𝙖, 𝙢𝙞 𝙛𝙤𝙧𝙩𝙖𝙡𝙚𝙯𝙖 𝙮 𝙢𝙞 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖𝙙𝙤𝙧; 𝙢𝙞 𝘿𝙞𝙤𝙨 𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙧𝙤𝙘𝙖, 𝙚𝙣 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙣 𝙚𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 𝙥𝙧𝙤𝙩𝙚𝙘𝙘𝙞𝙤́𝙣. 𝙀́𝙡 𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙚𝙨𝙘𝙪𝙙𝙤, 𝙚𝙡 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖 𝙮 𝙢𝙞 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙨𝙚𝙜𝙪𝙧𝙤. 𝙎𝙖𝙡𝙢𝙤𝙨 18:1-2 𝙉𝙏𝙑 ¡Corre, hijo Mío! ¡Corre, hija Mía! Este es el momento de avanzar con fuerza y sin temor. No te detengas frente a los obstáculos que se levanten, porque Yo he ido delante de ti. Así como David corrió hacia Goliat con una palabra en su boca y fe en su corazón, así también te envío a ti: con Mi autoridad, con Mi respaldo y con la unción que rompe yugos. No temas a los gigantes que se levantan. No estás solo. Yo te he entrenado en lo secreto, te he formado en medio de procesos, y he puesto valentía en tu espíritu. Cada desafío que has vencido fue preparación para este momento. No es tiempo de retroceder ni de esconderte. Es tiempo de correr hacia la batalla, porque he decretado victoria sobre ti. No mires el tamaño del enemigo, mira el tamaño de Mi promesa. Abro caminos donde no los hay, derrumbo murallas que parecían eternas, y te entrego el terreno que otros no se atrevieron a conquistar. Hay despojos reservados para los valientes. Este es tu KAIROS, tu hora de mostrar coraje y convicción. Levántate, pelea con fe y declara con autoridad: ¡TODO VA A CAMBIAR! Te llevaré del anonimato a la visibilidad, del campo al trono, del silencio al cumplimiento. Porque Yo soy el Dios que acelera los tiempos y recompensa a los que confían en Mí. No te detengas. No dudes. Corre, porque esta batalla será la puerta a tu promoción. ¿𝙉𝙤 𝙨𝙖𝙗𝙚́𝙞𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙧𝙧𝙚𝙣 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙖𝙙𝙞𝙤, 𝙩𝙤𝙙𝙤𝙨 𝙖 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙘𝙤𝙧𝙧𝙚𝙣, 𝙥𝙚𝙧𝙤 𝙪𝙣𝙤 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙨𝙚 𝙡𝙡𝙚𝙫𝙖 𝙚𝙡 𝙥𝙧𝙚𝙢𝙞𝙤? 𝘾𝙤𝙧𝙧𝙚𝙙 𝙙𝙚 𝙩𝙖𝙡 𝙢𝙖𝙣𝙚𝙧𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙤 𝙤𝙗𝙩𝙚𝙣𝙜𝙖́𝙞𝙨. 1 𝘾𝙤𝙧𝙞𝙣𝙩𝙞𝙤𝙨 9:24