Un Joven motociclista se percató que un anciano tenía problemas para cruzar la calle, se bajó de su vehículo, lo cargó entre sus brazos y lo llevó al otro extremo de la vía- En medio de una fuerte lluvia, un joven mostró que aún existe empatía sin esperar nada a cambio. Sin importarle su ropa ni la lluvia, se bajó de su motocicleta, cargó a un abuelito y lo ayudó a cruzar la calle con total cuidado. No hubo cámaras ni aplausos, solo un acto genuino de humanidad que conmovió a quienes lo presenciaron. Gestos así nos devuelven la fe en la gente y nos recuerdan que ser amable no cuesta nada. Porque no se necesita ser héroe para cambiarle el día a alguien