Noveno día Meditación. Solo existe paz en el corazón del hombre cuando se experimenta seguro y querido por un ser superior a él, la verdadera Paz no la puede dar sino Cristo que nos revela el rostro misericordioso del Padre, la vivencia de la paternidad es el anhelo más profundo del ser humano, y los hombres no logran satisfacerlo plenamente. El padre desde toda eternidad ha querido responder a esta necesidad primordial del corazón y adoptarnos como hijos, en su propio hijo para eso nos envía el Espíritu Santo como espíritu de afiliación, que nos abre a su amor nos hace dóciles a su voluntad y nos lleva a exclamar: Abba papá como niños pequeños frente a su propio padre