Una palabra de Dios es suficiente Cuando los discípulos vieron a Jesús caminando sobre las aguas, tuvieron miedo porque la preocupación y el cansancio les impidieron reconocerlo. Muchas veces, nuestra propia perspectiva y preocupaciones nos ciegan y nos impiden ver lo que Dios está haciendo. Como Marta, nos dejamos llevar por lo que vemos y no creemos en el poder de Dios. Pero Jesús nos dice: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá» (Juan 11:25 NTV). Dios quiere hablarnos y fortalecer nuestra fe, pero a menudo le damos prioridad a otras cosas que no son de Él. Necesitamos ser intencionales en escuchar su voz, pues «la fe viene por el oír, y el oír, por la palabra de Dios» (Romanos 10:17 NTV). Cuando escuchamos a Dios, Él nos da la seguridad de seguir avanzando y la certeza de que Él está en control. Como Marta, debemos quitar la piedra de la incredulidad y dejar que Dios haga lo que Él sabe hacer. Dios siempre llega Justo a Tiempo P. Elias hoyos